miércoles, 6 de noviembre de 2013

Caras conocidas

Si encendemos la televisión y ponemos un canal cualquiera que esté en un intervalo publicitario, en los anuncios que se estén emitiendo aparecerán caras más que conocidas.

Si piensas en la marca de coches KIA, o en los seguros Mapfre automáticamente los asocias a Rafael Nadal. Si por ejemplo piensas en Emilio Tucci, lo asocias con Xabi Alonso, al igual que si piensas en Eduardo Punset y el pan de molde.

Todas estas intromisiones de famosos en anuncios televisivos no es más que una estrategia de marca con la que el anunciante consigue un mayor recuerdo del producto por parte del cliente.

Además, la moda que tanto mueve a las personas ayuda a la decisión. Por muy raro que parezca, entre dos productos con una calidad parecida, si el producto de menor calidad es anunciado por un famoso, sus ventas crecerán respecto a la competencia.

¿Es por tanto una inversión contratar a famosos para que realicen los anuncios?, indudablemente sí.

Las caras conocidas nos dan muestra de seguridad o de garantía. Marcas como H&S  o Gillete de P&G no dudan en usar este elemento a su favor. Los departamentos de marketing deciden gastarse elevadas cifras de dinero en contratar a famosos, a ser posible que atraigan a la juventud o que se asocien con un estilo de  vida sana o con el deporte, con el fin de que el consumidor asocie la admiración que siente por el personaje con la consumición de un determinado producto, y así conseguir que sus beneficios aumenten tras la campaña, y verdaderamente lo consiguen, llegando a aumentar sus ingresos en un 25%.

Sin embargo, las empresas no son las únicas que se benefician de esta iniciativa, los famosos, ven en las campañas publicitarias una forma fácil de darse más a conocer y aumentar sus ingresos. Por poner un ejemplo del doble beneficio (empresa/famoso) podemos fijarnos en Cristiano Ronaldo, que publicita varias marcas como Time Force o Armani alcanzando unos ingresos tan solo en concepto de publicidad de aproximadamente 14 millones de euros.

Por tanto, dicha publicidad es beneficiosa para las grandes cadenas o marcas que, gracias a su poder de mercado pueden “invertir” en publicidad cifras escandalosamente altas, pero, ¿se han replanteado la creación de campañas publicitarias basadas en la reducción de costes que puedan llegar a tener el mismo éxito?


A modo de ejemplo y desde mi punto de vista, campañas de marketing como la que realizó Volkswagen, en donde se veía a un niño disfrazado de un personaje de la película Star Wars, llaman mucho más la atención que otras como por ejemplo las de KIA con Rafa Nadal, ¿hemos llegado así a un punto donde el famoso ha sustituido el ingenio?


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